Una silla que mantiene el cuerpo quieto

Cuando sentarse se convierte en una postura habitual —en casa, en el trabajo, en el transporte—, la silla deja de ser un simple mueble. Se convierte en un punto de apoyo. Una postura incorrecta provoca sobrecarga en la espalda, comprime el cuello y produce una sensación de pesadez en las piernas. Presta atención a tu silla: ¿te da soporte lumbar o te permite apoyar los pies en el suelo? Quizás basta con colocar un cojín debajo de la espalda o un pequeño soporte para los pies. Estos cambios sencillos lo cambian todo. Al sentarte correctamente, no necesitas caminar durante mucho tiempo. El cuerpo no se cansa, sino que se relaja. Tras unos días en esta posición, la rigidez tras estar sentado durante un tiempo prolongado desaparece y los movimientos se vuelven más seguros.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *